No desintoxica nuestro organismo. Son los riñones y el hígado los órganos desintoxicadores que eliminan los tóxicos de nuestro cuerpo.
No regula el pH de la sangre. El pH está regulado por sí solo a través de los tampones que regulan el ácido de la sangre. Pero sí que pueden regular el pH de la orina.
No mejora la digestión ya que si se toma en ayunas, no tenemos nada de alimentos dentro de nuestro cuerpo.
No mejora el aspecto de la piel. Este mito se atribuye a la vitamina C del limón, por lo que no haría falta tomarla en ayunas. Lo que sí que nos ayudará es a aportar una buena hidratación.
No mejora el sistema inmune ni previene cánceres. Pero si se sitúa dentro de una alimentación saludable con todos los nutrientes, puede aportar beneficios.
No ayuda a perder peso porqué no tiene propiedades adelgazantes. Pero si se sustituye a las bebidas azucaradas puede ayudar a no aumentar de peso.
No es una fuente de fibra, porqué ni el agua ni el zumo de limón tienen fibra. La fibra del limón se queda en la pulpa.
El agua con limón puede ayudar a estimular el ácido del estómago, y así activar la bilis, reduciendo el estreñimiento. Pero hay que saber que este hecho también lo pueden hacer otros alimentos, como las frutas y las verduras.